martes, 30 de octubre de 2007

Animo Gazza

Uno de los mejores centrocampistas que ha dado el fútbol inglés, Paul Gascoigne, fue operado de urgencia el pasado 28 de Mayo, debido a una dolencia provocada por una úlcera de estómago durante la celebración de su 40 cumpleaños en su localidad natal, la ciudad inglesa de Gateshead.Paul Gascoigne disfrutó de sus mejores años de fútbol en sus comienzos en el Newcastle inglés, del que pasó al Tottenham Hotspur en 1988 por una cantidad que en su día fue considerada todo un record: 2 millones de libras.De los Spurs dio el salto a la Lazio en 1992 en la que permaneció 3 temporadas y en la que dejó un grato recuerdo entre sus seguidores, especialmente en la Curva Nord, a pesar de que su juego no fue excesivamente brillante. De ésta etapa queda para el recuerdo su gol a la Roma en el último minuto, lo que le valió el triunfo a la Lazio y una frase que pasará a la posterioridad: “No me adapté bien a Italia porque era un país demasiado extranjero”.Su vuelta a las islas británicas se realizó a través del Glasgow Rangers, en el que vivió una etapa dorada, alcanzando dos ligas escocesas y siendo nombrado en su primer año en la liga escocesa como mejor jugador de la Scottish Premier League. Para la hinchada de Ibrox Park, como ocurrió en el Newcastle, Tottenham y la Lazio, se convirtió en un mito.Pero fue en Escocia, paradójicamente, donde éste “hooligan metido a futbolista” comenzó su declive. Sus problemas con el alcohol fueron cada vez más serios; sus peleas nocturnas se multiplicaron; su estado de forma se descuidó; e incluso fue sancionado por su club (aunque se ganó la devoción eterna por parte de la hinchada lealista y de la Inter City Firm del Glasgow Rangers por tal hecho) por dirigirse a la afición del Celtic de Glasgow, tras marcarles un gol durante un derby en 1998, imitando el uso de una flauta (símbolo de una clara connotación lealista).Precisamente en ese año fue expulsado de la concentración de la selección Inglesa en España, por sus borracheras y broncas continuas, lo que le valió perderse el Mundial de Francia. A partir de este momento, su carrera como futbolista profesional pasó a un segundo plano, a pesar de su periplo por el Boro, Everton, Burnley y Boston United, quedando en un primer plano su faceta de “hooligan”: borracheras, peleas, sanciones… jalonaron sus días hasta el final de su carrera como futbolista, llegando incluso a pelearse con Liam Gallagher, miembro de la banda musical Oasis, en un pub de Londres.

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